A medida que el equipo de Super Rugby de Nueva Zelanda se prepara para el nuevo juego de rugby nacional de Nueva Zelanda, el impacto negativo del coronavirus genera restricciones financieras, por lo que a los Blues y Crusaders no se les ha dado un campo de juego.
Después del nuevo horario de Super Rugby Aoetearoa, se han confirmado las sedes de Chiefs, Hurricane y Highlander, y las tres franquicias desempeñarán su papel en lugares regulares.
Sin embargo, aunque el FMG Waikato Stadium de Hamilton, el Sky Stadium de Wellington y el Forsyth Bar Stadium de Dunedin han sido cerrados, el Eden Park de Auckland y el Orangetheory Stadium de Christchurch están a la espera del veredicto.
La lista fija de Super Rugby de Aotearoa muestra que los juegos en casa entre los Blues y los Crusaders aún no se han determinado, porque el impacto del coronavirus en la economía ha dañado dos de los clubes más exitosos de Nueva Zelanda.
El CEO de Blues, Andrew Hore, y el jefe de Crusader, Colin Mansbridge, le dijeron a Newshub el lunes que su franquicia todavía está lidiando con su Problemas financieros en los juegos de estadio.
Los dos clubes buscan reducir el uso del suelo debido al hecho de que hasta que las restricciones de COVID-19 se relajen, los fanáticos no podrán participar en el juego.
Según el informe, los Blues solo necesitan abrir la puerta a los fanáticos de Eden Park por $ 30,000. Oakland espera reducir este número y solo permitir que unos cientos de personas ingresen al estadio para jugar los partidos.
Si no se puede llegar a un acuerdo sobre las tarifas de cobro de la renta, los posibles reemplazos para el Blues incluyen el estadio North Port QBE en Albany o el estadio Mt Smart en Penrose, hogar de los Warriors, como parte de la temporada de NRL afectada por el coronavirus, australianos Quédate en Australia.
